martes, 20 de noviembre de 2007

ADICCIONES A LAS TICS

INTRODUCCIÓN



En el texto se presentan a consideración una serie de reflexiones alrededor de las preocupaciones de los padres respecto al uso de TIC por parte de sus hijos e hijas (adicción, aislamiento social, sedentarismo, violencia, y otros miedos).
Como eje central se utiliza la relación con la psicología social crítica, que considera a las personas sujetos sociales de pleno derecho, es decir participantes activos antes que víctimas pasivas de la sociedad y los medios tecnológicos.
Principalmente nos centraremos en brindar las posibles soluciones a los problemas antes planteados.




DESARROLLO DEL TEMA



Preocupaciones
Las preocupaciones de los padres, y otros adultos, no son difíciles de identificar, puesto que reciben una buena dosis de respaldo institucional por parte de los medios de comunicación. A causa de la frecuencia con que aparecen noticias que asocian las TIC con la palabra "adicción" o "violencia" parece que algunos medios tienen claro que estas son noticias que sintonizan con su público, de las que hacen girar la mirada y/o aguzar el oído al lector/oyente/espectador. Así, a medida que evoluciona la tecnología y evolucionan los usos y las prácticas de los jóvenes y niños no parecen hacer lo mismo las dudas de los adultos.
De manera que, cada nueva generación de científicos sociales se ve impelida por un entorno que considera de extrema relevancia obtener conocimiento cierto sobre la influencia de los medios en los jóvenes. Así que la literatura científica y los informes institucionales sobre el impacto de las diversas tecnologías de la comunicación se van acumulando desde los años cincuenta, sin que por ello se haya llegado nunca a ninguna conclusión firme. Porque no se puede trazar una línea causal directa que relacione la conducta de niños y jóvenes con las tecnologías de la comunicación hasta demostrar que las tecnologías de la información y la comunicación generan adicción y provocan violencia. Cierto es que se hace difícil postular un origen a los posicionamientos que descalifican el uso de las nuevas tecnologías por parte de los jóvenes. Es posible que tengan relación con el incremento del grado de individualización de nuestras sociedades y las dudas que esto genera sobre el compromiso de la persona con su comunidad tradicional. Puesto que las nuevas formas de organización social, como pueden ser las comunidades virtuales, el tele trabajo o las amistades transnacionales, se basan más en enlaces débiles que fuertes, más apropiados para un individuo que debe mostrarse flexible y fácil de movilizar, entonces las estructuras fuertes, como por ejemplo la familia, perderían peso. Esta hipótesis, que relacionaría los miedos con la percepción de falta de control de la conducta individual por parte de la comunidad y la cesión de este control a instancias que la comunidad tradicional no maneja, refleja claramente la presencia de una ideología conservadora en estos discursos temerosos. Por un lado, porque muestran miedo al cambio social y por el otro porque muestran una desconfianza esencial hacia el individuo fuera de sus ataduras tradicionales.

Miedo
Una vez presentado, aunque sea por encima, nuestro punto de vista, a continuación comentaremos las siguientes preocupaciones: a) Adicción; b) Aislamiento social; c) Violencia; y, d) Otros miedos.

a) Adicción
Los medios de comunicación no son los únicos que participan en la difusión del, por ahora, mito de la adicción a Internet o los videojuegos, sino que se trata de una explosión social de tecnoescepticismo en toda regla, y la idea que se puede ser adicto a Internet, los videojuegos o el móvil, se puede encontrar en cualquier conversación de barrio. Pero la evidencia hasta este momento muestra que difícilmente Internet o los videojuegos pueden provocar adicción por sí mismos. De hecho si se acepta el diagnóstico de adicción psicológica, que es el concepto propuesto para las teóricas adicciones sin sustancia, entonces ésta puede surgir a cualquier objeto o persona (en el mercado clínico se ofrecen tratamientos a la adicción a Internet, pero también al teléfono, a la compra, al sexo o al afecto de otras personas...) lo cuál elimina cualquier supuesto de que Internet o los videojuegos puedan ser la causa de ninguna adicción, dado que si cualquier cosa puede ser adictiva entonces la fuente de la dependencia no estaría en el objeto sino en la propia persona adicta. De todas formas, ninguna edición del DSM ha reconocido aún las adicciones psicológicas, así que la adicción a Internet no existe, simple y llanamente, y no debe llamarse adicción o dependencia algo que a lo sumo puede ser calificado de uso excesivo, con las dificultades añadidas que supone el calcular a partir de qué nivel de uso éste es excesivo. Es destacable, por ejemplo, que, a partir del mismo número de horas, se oye hablar de "adicción" a Internet pero de "afición" a la lectura. Efectivamente, el uso excesivo de Internet, el móvil o los videojuegos puede conllevar problemas, al igual que leer demasiado o hacer demasiado deporte. Por cualquiera de estas aficiones, se puede descuidar la vida familiar, dejar de lado objetivos personales, sentirse uno mal cuando no realiza la actividad preferida, despreocuparse de uno mismo, adaptarse a un estilo de vida solitario, insensibilizarse ante los problemas de los otros, e incluso tener problemas físicos (en el caso de los videojuegos se han descrito problemas oculares, auditivos, dolor de cabeza, inflamación en tendones, músculos, manos y muñeca, lesiones en el pulgar,...). ¿Alguien puede dudar a estas alturas, de los efectos positivos, de Internet, los videojuegos o el móvil? ¿Por qué no se destacan de la misma manera?

b) Aislamiento social
A menudo, las apelaciones a la adicción esconden en realidad, una preocupación por el hecho que estar excesivamente conectado pueda separar a los jóvenes de su entorno natural, lo que es concebido como un problema. El riesgo no es la desocialización, vía Internet, sino la socialización fuera del grupo de referencia tradicional, es decir, la familia. Algo que también hacían antes de Internet, por cierto. Pues no se trata de que un espacio virtual sustituya al espacio físico, sino que la tecnología propicia la creación de espacios físicos, tradicionales, en los que la tecnología es la excusa para el encuentro.
Dado que lo más importante no ha sido nunca comunicarse sino estar juntos, difícilmente puede uno suponer que las tecnologías de la información y la comunicación, y ello incluye los videojuegos, fomentan el aislamiento social. Se a demostrado que los usuarios de e-mail y de Chat tienen un mayor número de amistades con las que se mantienen en contacto (incluso fuera de línea) que los no usuarios de Internet o los que solo navegan por la red.

c) Violencia
La preocupación no surge de la nada, de forma regular los medios de comunicación intentan relacionar los contenidos de los videojuegos con actitudes violentas y cuando pueden relacionan las agresiones producidas por jóvenes (nótese que solamente cuando son producidas por jóvenes y nunca por adultos) con alguna de sus aficiones: visionado de películas violentas, videojuegos violentos, juegos de rol, información encontrada en Internet, filmación a través de móviles y difusión en Internet, etc. A pesar de ello y, a pesar de los muchos esfuerzos dedicados, nadie ha podido establecer aún una relación causal clara y directa entre el ver o jugar con violencia y la existencia de actitudes y comportamientos violentos entre niños y jóvenes. Este efecto es siempre a corto plazo, justo después, y se pasa cuándo el niño empieza otra actividad. Esta falta de evidencia de algún tipo de efecto a largo plazo, que sería lo único que permitiría afirmar que los videojuegos violentos hacen niños violentos, hace que haya quién busque la evidencia en afirmaciones del tipo que la sociedad actual es más violenta que la de antaño. De hecho, Internet ya no es como la sociedad, ya no es un reflejo más o menos idealizado o más o menos denigrante de la sociedad, Internet es la sociedad, ni más ni menos. Por lo tanto los peligros que puede conllevar para los jóvenes no son diferentes a los que pueda haber en cualquier otro espacio, privado o público. Apartar a los jóvenes de Internet para que no sufran o para alejarlos de algún peligro potencial es como apartarlos de la sociedad, un sinsentido. Pero, la realidad es que, en el ámbito de las TIC, los niños y jóvenes son en general menos vulnerables y más expertos que sus padres y maestros.

d) Otros miedos
Hay otra serie de preocupaciones directamente vinculadas a la seguridad personal de quién navega por Internet, y que por supuesto exigen que el navegar, chatear o jugar se realice con una mínima prudencia, sobre todo en relación con los datos personales de uno. Además, uno debe saber que lo que dice por correo electrónico o en un chat queda escrito y puede ser utilizado más tarde por otras personas, igual que las imágenes que uno envía. En realidad todo consiste en recordar a los usuarios que Internet es un espacio público y que por lo tanto uno debe actuar en la red como lo haría en un sitio público, que es algo que se suele olvidar dada la ausencia del cara a cara. De hecho, Internet ya no es como la sociedad, ya no es un reflejo más o menos idealizado o más o menos denigrante de la sociedad, Internet es la sociedad, ni más ni menos. Por lo tanto los peligros que puede conllevar para los jóvenes no son diferentes a los que pueda haber en cualquier otro espacio, privado o público. Apartar a los jóvenes de Internet para que no sufran o para alejarlos de algún peligro potencial es como apartarlos de la sociedad, un sinsentido. Por otro lado, partimos a menudo de la idea que los niños y los jóvenes son, en general, seres inmaduros, vulnerables e inexpertos en muchos ámbitos de la vida, por lo tanto necesitados de especial protección y entonces usamos esta creencia para alejarlos de la red y de sus potenciales peligros. Pero, la realidad es que, en el ámbito de las TIC, los niños y jóvenes son en general menos vulnerables y más expertos que sus padres y maestros. Visto esto, a lo mejor hay que refundir la relación de autoridad entre padres, maestros e hijos, no para basarla en una idea, imposible e ilógica, de igualdad absoluta, sino en una idea de saberes diferenciados por ámbitos, y por lo tanto transformar las relaciones de autoridad en relaciones de intercambio y cooperación.

Esperanzas
Ya que una crítica que planteamos inicialmente es justamente la poca visibilidad de las ventajas de las TIC en los medios, es lógico que acabemos haciendo frente a todos estos miedos con la recopilación de algunas ventajas que plantea el uso de las TIC por parte de los jóvenes. Las ventajas de un acceso temprano a las nuevas tecnologías como una forma de conseguir las destrezas requeridas en un entorno que cambia rápidamente; chatear y navegar mejora el rendimiento escolar en lectura y escritura, lógicamente dado que se trata de un medio eminentemente escrito (al igual que la coordinación oculo-manual y otras habilidades de tipo perceptivo, puesto que algunos videojuegos consisten justamente en entrenar estas habilidades); también los videojuegos pueden despertar habilidades como la capacidad de superación y la de trabajo en equipo. Pero podríamos añadir otras, en función de los juegos: la perseverancia hacia el cumplimiento de objetivos, incluso pueden incrementar la tolerancia al fracaso, la concentración, el razonamiento lógico, la capacidad de abstracción, el pensamiento estratégico complejo, y la rapidez en la toma de decisiones. En otro orden de cosas, el desarrollo de habilidades TIC, es un estímulo para incrementar la autoestima de los niños y jóvenes que de esta manera encuentran un territorio en el que son considerados expertos y no meros sujetos incompletos y dependientes. Además, contribuyen a desarrollar valores como el compartir y la colaboración con compañeros y amigos, dado que facilitan el intercambio social de materiales y conocimientos. Por supuesto, en todos aquellos casos en que los jóvenes sean grandes expertos en alguna tecnología, también se convertirán en activos participantes en el desarrollo de estas. Si en lugar de tener miedo de las TIC, y en consecuencia, alejarlas o prohibirlas (algo ya imposible) se escuchan a los jóvenes, con un poco de suerte aumenta la comprensión sobre sus prácticas, pensamientos y deseos, y, eso sí, con un poco de suerte más, se consigue articular para ellos algún consejo que consideren valioso. Las nuevas tecnologías de la información no son maravillosas (aunque sí extraordinarias), ni solucionan nada por su mera existencia ni hacen del mundo un sitio mejor, pero intentar vivir al margen de ellas, e imponer a los niños una existencia al margen de ellas o querer controlar al detalle lo que hacen con ellas, tampoco mejora la situación.

Para padres
A partir de la mirada que ofrecemos a estas problemáticas, nos gustaría acabar con algunas recomendaciones para padres para que puedan ser discutidas en las sesiones de este grupo de trabajo:
· En lugar de la prohibición (imposible, inadecuada y contraproducente), debe gestionarse la relación a tres partes: niños/videojuegos/padres. Pactando los tiempos por supuesto, pero también jugando con ellos, dado que lo que hay que hacer es mostrar que se entiende la importancia que tienen estos juegos (y espacios) para ellos.
· Hay que tener en cuenta que si se ofrecen alternativas de ocio, estas también deben implicar la misma dosis de sociabilidad que ofrece el ocio con TIC.
· Participar conjuntamente en la selección de contenidos de los videojuegos y de Internet (de la misma forma que lo hacemos con la televisión o las películas), es una forma de mostrar a los jóvenes que también existen contenidos con otros valores (los que permiten compartir emociones, cooperar, reflexionar, expresar opiniones y sentimientos, etc.).
· De vez en cuando, recordar el principio de realidad, igual que hacemos con los cuentos y películas de terror, según el cual no hay segundas oportunidades en la vida real cuando ya te has muerto y los accidentes, golpes o heridas duelen un montón.
· Promover el juego como un motivo de relación, facilitando el juego compartido con amigos y familiares. Abriendo las puertas de las casas a los invitados o facilitando el acceso a cibercafés.
· Al igual que en otros casos, ni Internet ni los videojuegos son canguros, ni pueden sustituir el resto de actividades sociales y educativas de niños y jóvenes. Pero tampoco estas actividades deben reemplazar a las TIC.





CONCLUSIÓN
La repercusión de todo lo expuesto en esta comunicación no se ha hecho esperar. Los medios se han convertido siguiendo la obra maestra de Mc Luhan "en extensiones del hombre". Las nuevas TIC se han integrado cada vez más a la vida de los hombres, al grado de volverse casi imprescindibles en todas las actividades diarias que realizamos. Por supuesto que aceptamos la realidad acerca de esta "Revolución Tecnológica" que ha traído consigo muchos beneficios al grado que no existan barreras para poder comunicarnos de una manera casi instantánea con personas que están del otro lado del mundo, el gran avance científico y tecnológico del cual hemos sido partes y hemos visto como ha ido creciendo a pasos agigantados, nosotros como parte de la sociedad debemos de considerar todas las ventajas que tiene para la vida diaria el uso de las nuevas TIC y por tal motivo debemos instruir a la juventud y a la niñez al uso adecuado del ordenador, telefonía móvil e Internet, para que sean utilizados de la mejor manera y no creen adicciones ni conductas negativas. Aunque vemos como cada día los jóvenes hacen del uso del celular (teléfono móvil) una actividad cotidiana se debe hacer conciencia en los jóvenes para que no caigan en excesos, al igual con el uso de Internet, ya que es demasiada la cantidad de información que se maneja en la red, los jóvenes deben ser educados de la mejor manera para que sepan discernir lo bueno de lo malo y el uso del ordenador es bastante amplio y sabemos que es necesario el esparcimiento, pero hay que hacerlo con medida y sin excesos y sobre todo enseñar a los jóvenes a usar de manera positiva el ordenador y sobre todo para utilizar las TIC para la formación y educación de las nuevas generaciones.



ENCUESTA


1. ¿Tiene computadora?

a) Si
b) No

2. ¿Cuántas horas diarias utiliza la computadora?

a) 1 hora o menos
b) De 1 a 2 horas
c) De 2 a 3 horas
d) 3 horas o más

¿Suele concurrir a locales que prestan servicios de computación, cibers?

a) Si
b) No

De ser afirmativo, ¿Con que frecuencia?

a) raramente
b) habitualmente
c) muy frecuentemente

¿Hace algún tipo de actividad extracurricular?

a) Si
b) No

Especificar: ……………………………………………………………
………………………………………………………………………….
¿Para que utiliza las nuevas tecnologías?
a) Diversión
b) Cuestiones laborales
c) Necesidad

En caso de ser padre:
7. ¿En que medida esta enterado sobre las actividades que realiza su hijo?
a) poco
b) medianamente
c) mucho
8. ¿Considera que su hijo tiene adicciones en relación a las nuevas tecnologías?
a) Si